Inauguro este blog con la restauración de un antiguo escritorio de los años cuarenta, el cual he utilizado para hacer la cabecera.
Y como bien dice el título de este post, el pobrecito lo estaba pidiendo a gritos, "necesito un cambio de aires" parece que me decía. Y es que estaba hecho mixtos, desencolado, arañado, el cuero del sobre se caía a pedazos, los cajones no deslizaban..vaya, que estaba hecho una pena.
Tenías que haber visto las caras de desconcierto de mi familia cuando me vieron aparecer con él, no daban crédito a lo que había traído. Pero no hay nada que un poco de ganas e ilusión no pueda lograrse, y me puse manos a la obra.
En primer lugar quité todos los herrajes, decapé el frontal de los cajones, y despegué el cuero del sobre con disolvente. Y mi sorpresa llegó cuando al levantar el cuero, que me costó lo suyo, descubrí que debajo había sido rellenado con periódicos de la época, muy curioso...
Continué con un lijado suave por todo el escritorio para que la pintura se adheriera mejor,a pesar de que con la pintura chalck paint no le hace falta, pero reconozco que soy de rituales.
Posteriormente dos capas de pintura chalck paint color verde antiguo. La primera suelo darla más espesa que la segunda (esta última suelo diluirla con un poquito de agua). Y continué desgastando levemente esquinas y aristas.
En lugar de volver a poner cuero en el sobre se colocó una fina lámina de madera, pues a pesar de que no quede tan elegante, para mi es más práctico tratándose de un escritorio sobre todo a la hora de escribir.
El frontal de los cajones fue tintado en color haya, y su interior forrado con un papel de motivos de cartas y postales antiguos para dar al escritorio un toque nostálgico.
Por último se sustituyeron todos lo herrajes, y enceré.
Y este fue el resultado, un nuevo escritorio pero esta vez con aires renovados.
En primer lugar quité todos los herrajes, decapé el frontal de los cajones, y despegué el cuero del sobre con disolvente. Y mi sorpresa llegó cuando al levantar el cuero, que me costó lo suyo, descubrí que debajo había sido rellenado con periódicos de la época, muy curioso...
Continué con un lijado suave por todo el escritorio para que la pintura se adheriera mejor,a pesar de que con la pintura chalck paint no le hace falta, pero reconozco que soy de rituales.
Posteriormente dos capas de pintura chalck paint color verde antiguo. La primera suelo darla más espesa que la segunda (esta última suelo diluirla con un poquito de agua). Y continué desgastando levemente esquinas y aristas.
En lugar de volver a poner cuero en el sobre se colocó una fina lámina de madera, pues a pesar de que no quede tan elegante, para mi es más práctico tratándose de un escritorio sobre todo a la hora de escribir.
El frontal de los cajones fue tintado en color haya, y su interior forrado con un papel de motivos de cartas y postales antiguos para dar al escritorio un toque nostálgico.
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Detalle del papel en el interior de los cajones |
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Detalle de la talla en madera |
Por último se sustituyeron todos lo herrajes, y enceré.
Y este fue el resultado, un nuevo escritorio pero esta vez con aires renovados.
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